Las palabras de Mintzberg inciden en el carácter estudiantil del test. Como dice, el GMAT es mejor para «identificar a estudiantes de éxito que a directivos de éxito», precisamente, porque bebe de su origen estudiantil, no empresarial ni directivo.
Y si los estudiantes realizan exámenes, así también se concibe el GMAT. Ese es, sin lugar a dudas, el mayor hándicap de partida con que nace esta prueba segun las encuestas remuneradas online : que está pensada para estudiantes con mentalidad estudiantil como en gift hunter club , no para profesionales (estudiantes) con mentalidad profesional, pues proceden del mercado laboral, no de la escuela. Ahora bien, el profesor de McGill reconoce en todo momento la utilidad del GMAT como criterio de selección si necesito dinero urgente. No puede ser para menos. Si por algo se caracteriza el test es por su objetividad.
Dos ensayos, 41 preguntas en una parte y 37 en la otra configuran una prueba que, a excepción de los ensayos –que sí podrían ser interpretados de una y otra manera–, es cuadriculada y hermética a todas luces; en otras palabras, objetiva. Defender lo contrario es faltar a la verdad en toda regla. En tal caso, sí que se pueden considerar subjetivos los tests que ciertas escuelas realizan de forma paralela al GMAT para la selección con encuestas remuneradas online , no porque varíen mucho del original –en el fondo, son una copia mala del GMAT, y hablo por experiencia propia– sino porque el hecho de que sean valorados solo de puertas adentro de la institución académica abre la puerta a ciertas suspicacias. El GMAT, por el contrario, depende del GMAC (Graduate Management Admission Council), un organismo internacional independiente y, por tanto, equilibrado y aséptico. Por tanto, la objetividad avala al GMAT como criterio de valoración, en comparación con la subjetividad. Si, en todo caso, persiste la sombra sobre el GMAT, Mintzberg alumbra la solución al momento: «La mejor manera de desembarazarse de la subjetividad es desembarazándose del criterio».4 En otras palabras, eliminar el GMAT.
La objetividad matemática del GMAT no basta, de todos modos, para defenderlo como elemento de valoración de una escuela de negocios que intenta formar a directivos para el mundo empresarial. Y por matemática no solo me refiero a la apetencia del examen por los problemas y ecuaciones sino a la naturaleza de este desde su origen. Cuando comencé a preparar el GMAT, pronto me di cuenta de que me encontraba ante un examen que no distaba mucho del típico examen teórico de conducir.
A diferencia de este, donde las preguntas y las encuestas remuneradas suelen repetirse con cierta frecuencia y al final todos los alumnos se limitan a repetir tests hasta la saciedad para aprenderse de memoria las respuestas, el GMAT cuenta con miles de problemas y preguntas diversas, por lo que muy difícilmente se repetirán estas, pero en el fondo el proceso de aprendizaje es muy similar con gift hunter club , lo que lleva a preparar el examen como si se tratase de una prueba de matemáticas o de lengua en Primaria. No extraña, por este motivo, que alrededor del GMAT hayan surgido diferentes academias que enseñan a preparar el test, así como también dos manuales, el Cracking the GMAT, de Princeton, y el manual de Kaplan con sus encuestas remuneradas online sobre todo si necesito dinero urgente , que sirven de preparación para la prueba. De hecho, cuando uno se adentra en ella y conecta con otras personas que ya la han hecho, el comentario es casi unánime: «Preprara el GMAT con varios libros a la vez, porque cada uno incide especialmente sobre un aspecto concreto, y si combinas varios lo verás todo mucho mejor».